La transformación a nivel global hacia el uso de tecnologías de cero y bajas emisiones está creciendo a un ritmo acelerado en muchas industrias y sectores económicos. Específicamente, en el sector transporte, los gobiernos nacionales y locales han desarrollado y puesto en marcha estrategias para acelerar la penetración masiva de estas tecnologías en las flotas vehiculares y el gobierno de Colombia no es la excepción, pues desde hace varios años se han planteado estrategias, políticas y programas que tienen como objetivo promover el uso de tecnologías de cero y bajas emisiones para hacer frente al cambio climático, mejorar la calidad del aire que se respira y mejorar la eficiencia del parque automotor, teniendo en cuenta que el 82% de los taxis son a gasolina, 16% a gas – gasolina, 2% a diesel.